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sábado, 30 de marzo de 2013

CAMINO A LA PERDICIÓN

Un año y pico después vuelvo a escribir en mi búnker. ¿Las razones? Ni yo mismo las sé. Posiblemente sea un arrebato entre un pequeño oasis de tiempo libre, pero es un hecho, aquí estoy de nuevo.

Me fui hace tiempo. Dejé de escribir, no tenía nada que contar. Me hice un twitter, con mucho recelo, era la única red social que pensaba se podía acercar más a mis gustos y así ha sido. La uso como vía de escape al escribir mis tonterías, como medio informativo es muy rápido, aunque pierde veracidad a veces, pero al fin y al cabo, es útil y me gusta.

Mi vida ha cambiado mucho en este tiempo. Siento que estoy en un círculo autodestructivo, del que me cuesta salir, mi estabilidad emocional es la misma que la de vivir en un mosh-pit en un concierto de Slayer... veo todo gris, nada y todo a la vez siguen siendo lo mismo.

A veces pienso que me quedé en otra época, parece que tengo 18 años todavía (y me tengo que vestir de chaqueta todos los días), y quién me conozca seguro que lo puede corroborar en cierto grado. La estrategia, pues, es huir hacia delante, planear lo mínimo, vivir lo que me dejen lo máximo, hasta que me estabilice.

¿Qué es la vida? ¿Trabajar como un hijo de puta durante toda la semana para conseguir un dinero con el que ni de coña me voy a emancipar como un pequeño mapache, llegar el Viernes hecho una mierda a casa, quedarte dormido antes de que termine la película, levantarte el Sábado, café y tostá de paté, pegarte un voltio, salir por la noche, beberte el agua de las macetas y el Domingo estar en pijama delante de una pantalla esperando a que llegue el puto Lunes? ¿Mi vida está diseñada para ser así? ¿Y la de cuánta gente? ¿Es rentable?

Si puedo y tengo tiempo, retomaré mi viejo búnker, donde soltaré parrafadas incongruentes llenas de surrealismo y opiniones radicales-arcaicas.

Un brazo para todos.